La acumulación de amoníaco en las granjas avícolas no es solo un problema de olor: es una amenaza real para la salud del ganado y la rentabilidad del negocio. Según estudios de la Universidad de Cornell (2022), cuando el nivel de amoníaco supera los 25 ppm, el riesgo de enfermedades respiratorias en gallinas ponedoras aumenta hasta un 40%. ¿Qué está causando esto? En muchos casos, la respuesta está en la gestión manual de los excrementos.
— Don Carlos, productor de huevos en Guadalajara, México
"Antes teníamos que limpiar a mano cada 3 días. Las gallinas estaban constantemente irritadas. Desde que instalamos el sistema automático de recogida de excrementos, ya no hay olores fuertes ni problemas de respiración. Ahora incluso nuestras visitas técnicas están más tranquilas."
El sistema H-type con cinta transportadora elimina el material fecal antes de que se descomponga. Esto reduce directamente la producción de amoníaco, que surge principalmente por la descomposición bacteriana de la urea en los excrementos. Un estudio comparativo entre granjas con y sin sistema automático mostró:
| Parámetro | Sin sistema automático | Con sistema automático |
|---|---|---|
| Nivel promedio de amoníaco (ppm) | 35–45 | 12–18 |
| Frecuencia de enfermedad respiratoria | 28% | 9% |
| Mano de obra semanal requerida | 12 horas | 2 horas |
Estos datos reflejan una verdad simple: cuanto más rápido se retira la materia fecal, menor es la producción de gases nocivos. Además, sistemas como el nuestro —con estructura en acero galvanizado en caliente— ofrecen una vida útil superior a 10 años en condiciones normales, lo que justifica su inversión inicial.
No todos los sistemas son iguales. La clave está en ajustar la frecuencia de limpieza según la densidad de aves y la temperatura ambiente. Por ejemplo, en granjas pequeñas (< 5,000 aves), una frecuencia diaria es suficiente. En granjas medianas a grandes (> 20,000 aves), recomendamos intervalos de 4–6 horas para mantener la calidad del aire constante.
💡 Tu granja puede estar mejor de lo que crees: Si tu nivel actual de amoníaco supera los 20 ppm, ya estás en riesgo. Usa este control básico para evaluar tu situación hoy mismo.
¿Tu granja tiene niveles bajos de amoníaco? ¡Entonces estás en camino hacia una crianza más sana y rentable!
La integración con sistemas de ventilación inteligente (como sensores de CO₂ y humedad) potencia aún más estos resultados. Cuando el sistema de limpieza trabaja junto con el control climático, el impacto en la salud del ave es multiplicado —no solo por reducir el amoníaco, sino también por evitar estrés térmico.
Nosotros hemos validado esta solución en más de 300 granjas en América Latina, Europa y Asia. No es teoría: es lo que los productores reales están viendo en sus propios corrales.
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