En la industria avícola global, el uso prolongado del equipo no solo afecta la eficiencia operativa, sino también la rentabilidad a largo plazo. Las jaulas de gallinas ponedoras expuestas a ambientes húmedos, ácidos o salinos requieren una protección anticorrosiva sólida. Entre los materiales más comunes, el acero Q235 ha demostrado ser una elección estratégica por su equilibrio entre resistencia y costo. Pero la verdadera diferencia está en el proceso de recubrimiento: ¿qué es más efectivo — el galvanizado en caliente o el revestimiento con aleación aluminio-zinc?
El acero Q235 tiene una resistencia mínima a la tracción de 235 MPa, lo que lo hace adecuado para estructuras que soportan peso constante como las jaulas modulares. En estudios de campo realizados en América Latina y Europa del Este, se observó que el 78% de las jaulas defectuosas en cinco años estaban hechas con aceros inferiores a Q235. Además, su alta ductilidad permite soldadura y conformado sin fracturas.
| Característica | Galvanizado en caliente | Aleación Al-Zn (55% Al) |
|---|---|---|
| Durabilidad estimada (años) | 5–8 | 10–15 |
| Resistencia a la corrosión en ambiente marino | Moderada | Excelente |
| Costo inicial (USD/kg) | $0.85 | $1.10 |
Según datos del Instituto Internacional de Corrosión (IIC), las jaulas con recubrimiento de aleación aluminio-zinc muestran hasta un 60% menos de deterioro después de 10 años en zonas tropicales con alta humedad. Esto se debe a que el aluminio forma una capa pasiva de óxido que actúa como barrera contra la humedad y contaminantes.
La duración real depende tanto del material como del cuidado diario. Recomendamos:
Una granja en Perú que implementó estas prácticas reportó una reducción del 40% en costos de reemplazo de componentes en 24 meses. Los propietarios valoraron especialmente el bajo mantenimiento del recubrimiento Al-Zn frente al galvanizado tradicional.
"No todos los acabados son iguales. Una buena decisión técnica hoy puede ahorrar miles de dólares en reparaciones mañana."